México Maravilloso

lunes, 16 de agosto de 2010

LA COLONIA JUAREZ -CENTRO UBICACIÓN EDIFICIO VIZCAYA.

 La Colonia Juárez llevo los nombres de Bucareli, Nueva del Paseo y Americana. La escritura pública se  le otorgó el 23 de agosto de 1892 a la  que entonces se conocía como Colonia Bucareli, y en octubre de 1903 a la Nueva del Paseo. Luego fueron entonces  fusionadas por el Ayuntamiento para integrar la Colonia Juárez. Hasta finales del siglo XIX, los terrenos donde se trazó el Paseo de la Reforma, dónde más tarde se crearon las colonias Nueva del Paseo o Bucareli o Americana -finalmente Juárez- y la Cuauhtémoc, tenían por uno de sus límites al Paseo de Bucareli , en dónde se ubica el EDIFICIO VIZCAYA, exactamente sobre ave Bucareli estos terrenos estaban cubiertos por una gran laguna que se fue desecando naturalmente. A mediados del siglo XIX sólo quedaban el recuerdo de ella y algunas zanjas cubiertas de agua. Muchos de estos terrenos algunos incluso sembrados pertenecían a ejidos de la ciudad que llegaban hasta la actual glorieta de Cuauhtémoc.

lunes, 9 de agosto de 2010

PANTEON FRANCÉS. DELEGACIÓN CUAUHTEMOC.

Angeles en mármol en el antaño lujoso Panteón Frances




La frase "Heureux qui mort dans 
le seigneur" (Dichoso aquel que muere
 en el Señor)
 marca la entrada de éste cementerio.
y delata a su vez el origen extranjero
 de muchos de sus ocupantes, algunos de ellos,
 pertenecientes a las familias más
 encumbradas de la época porfiriana.

El Panteón Francés de la Piedad
 se localiza sobre Avenida Cuauhtémoc
a un paso de la Colonia Roma

 y del Centro Médico Nacional Siglo XXI. 
Su origen se remonta al
siglo XIX cuando
 fue promovido por varios empresarios
 particulares ante el hacinamiento
 que empezaban a presentar algunos
 cementerios de la ciudad.


 Para su diseño se tomaron
 como referencia
 algunos de los panteones de la capital francesa, especialmente el de
 Montparnasse y el de

 Pere Lachaise. De tal suerte, este cementerio fue trazado en torno a una gran
 calle central
 que remata en la capilla funeraria en torno a la cual se encuentran todos los 
mausoleos.
Adentrarnos en ese este sitio nos remite a otro tiempos en una atmósfera
 serena, sobria y elegante 
ajena al bullicio de las calles aledañas.
 Es un mundo de pequeños palacios, de columnas, de cúpulas, 
de magníficas esculturas 
de àngeles, pequeños palacetes, mosaicos y màrmol de finísima calidad.
y portadas que reflejan la dignidad que tuvieron alguna vez sus ocupantes,
 grandes empresarios 
y millonarios de principios del siglo XX que hicieron aquí su morada eterna.
 Braniff, Torres Adalid, Gaspar Rivera, entre otros son algunos 
de los nombres
 inscritos en las lápidas y monumentos funerarios, muchos de ellos 
realizados por los más
 destacados arquitectos y artistas de la época, quienes en
 estas obras pudieron
 dar libre expresión a sus ideas a través de variados 
símbolos y esculturas.
 De la ligera sobriedad gótica de la capilla funeraria a la profusión de columnas
 y ornamentos de algunas de las tumbas,  que en conjunto integran uno de los 

ejemplos más armónicos de arquitectura ecléctica mexicana 
de su tiempo, una
 auténtica ciudad de muertos en medio de la ciudad de 
los vivos.
Con el paso del tiempo, se siguen conservando varias interesantes 
obras
 en el lugar, como el Memorial a los Caidos en la 
Segunda Guerra Mundial 
entre otras, sin embargo, el olvido y el paso del tiempo está provocando
 daños
 irreperables en algunos de los mauselos, situación que podría revertirse
 y financiarse
 con los ingresos que los visitantes podrían aportar al lugar mediante 
el establecimiento de visitas guiadas a algunas de las tumbas
de sus célebres personajes,
 que además de proporcionar los recursos económicos suficientes
 para restaurarlos,
 representaría un acto de memoria y recuerdo, un homenaje a su
 pasado, además 
de una enriquecedora experiencia artística e histórica.
Colaboración CD. México.com
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